La lealtad que edifica la mega iglesia

¡Aleluya! ¡Señor, gracias una vez más por todo lo que estás haciendo! No hay nada más glorioso que ser invitado a participar en la obra de Dios. Ninguno de nosotros estaba presente cuando Dios colocó el sol en su lugar, cuando el universo fue pesado y posicionado. Ninguno de nosotros aconsejó al Señor en Su propósito. Y sin embargo, por primera vez en toda la historia de la humanidad, el Creador pide a Sus hijos que Le ayuden a edificar algo – ¡Su Iglesia! ¡Qué privilegio! ¡Qué honor! ¡Pero cuidado! Obrar para Dios no es una misión pasiva. Es un campo de batalla, una confrontación espiritual. ¿Quieres ser hallado fiel? ¿Estás listo para la guerra?

Edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mateo 16:18)

¡Escucha esto! La Iglesia se edifica en territorio enemigo. La Iglesia avanza en un entorno de oposición. Satanás no permitirá que esto suceda sin resistencia. Habrá guerra, combates y obstáculos. Pero la fidelidad a Dios y la lealtad a Su casa marcarán la diferencia entre los constructores y los saboteadores.

El espíritu independiente, un enemigo peligroso

Uno de los espíritus más sutiles y perniciosos que impiden que la Iglesia sea edificada es el espíritu independiente. ¡Escucha bien! Este espíritu no expulsa a alguien de la Iglesia inmediatamente. Oh no, comienza introduciendo la diferencia, le encanta hacer que la persona sea «ligeramente» diferente a los demás. Todos deben estar a las 8h, pero el independiente llegará a las 9h. Todos visten de blanco, él solo elegirá rojo. Comienza como un detalle, pero pronto, esa persona ya no se siente completamente conectada al grupo, luego se aleja, y finalmente, desaparece.

¡Mira a Judas! Mientras Jesús y Sus discípulos compartían el pan y el vino en una atmósfera de gloria e intimidad divina, Judas estaba en otro lugar… independiente. Su independencia lo condujo directamente a las manos del enemigo. Un alma desconectada de su pastor se convertirá en una presa fácil para el diablo. ¿Por qué fue bendecido Simón Pedro? Porque reconoció QUIÉN era su pastor. «¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!», declaró. Jesús le respondió inmediatamente: «¡Eres bendito!»

¡Que esta bendición repose sobre todo aquel que hoy decida someterse, caminar con su pastor y rechazar el espíritu independiente!

El espíritu de ofensa, un ladrillo en tu camino

¡Ten cuidado con el espíritu de ofensa! Oh sí, es un arma temible del enemigo.

Muchos tropezarán entonces, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. (Mateo 24:10)

¿Qué significa «tropezar»? Significa estar ofendido. ¡Escúchame bien! La ofensa no es un evento, ¡es una trampa! La palabra griega para ofensa es «skándalon», una trampa que hace tropezar en el momento en que estás a punto de avanzar.

Imagínate caminando fielmente en la iglesia, sirviendo con pasión, y de repente, alguien dice algo que te hiere. Tropezaste. ¿Alguien no reconoce tu contribución? Tropezaste. ¿Olvidaron tu cumpleaños? Tropezaste. Pero aquí está la trampa: caes, y no te levantas. ¡La ofensa te inmovilizó, te robó tu destino!

Mira a Absalón, el hijo de David. Una ofensa no tratada lo convirtió en traidor, asesino y rebelde. Luego, mira a esa mujer, ¡Herodías! Hermosa, deseada, influyente, pero consumida por la amargura contra Juan el Bautista. En lugar de edificar, destruyó. El espíritu de ofensa transforma a hombres y mujeres con potencial en asesinos espirituales. Tú que estás sentado aquí, ¿qué esperas para dejar esa ofensa hoy? ¡Suéltala!

La pasividad, el enemigo que paraliza

Otro demonio que ataca a los constructores de la Iglesia es la pasividad. Un cristiano pasivo es aquel que no dice nada, no hace nada, no se compromete con nada. Hazte la pregunta: cuando se aplaude al pastor, cuando se canta en la iglesia, cuando se ora con fuego, y tú estás ahí sentado, en silencio, ¿qué estás indicando?

¡Satanás juega con eso! Él sabe que mientras estés activo, comprometido, en fuego, eres peligroso para él. Pero si te conviertes en un cristiano «silencioso», ya te ha neutralizado.

Espera, ¿crees que eres espiritual porque juzgas a los demás que gritan mucho, que bailan mucho, que aclaman demasiado? No seas como Mical, la hija de Saúl, que ridiculizó a David cuando danzó delante del Señor. ¿Adivina qué? Se quedó estéril toda su vida.

La pasividad es la prueba de que tu fuego se está apagando. ¡Aleluya! Hoy, que un rugido de fuego salga de tu boca, que la atmósfera del celo y de la guerra invada esta casa, porque ¡rechazamos la pasividad!

El espíritu de crítica, el acusador disfrazado

Apocalipsis 12:10 describe a Satanás como «el acusador de nuestros hermanos, que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios.»

Mira lo que nos revela este versículo: desde que el acusador fue echado del cielo, de repente, la Biblia dice: «¡Ahora ha venido la salvación!»

¿Comprendes lo que eso significa? ¡Mientras la crítica reine en una iglesia, será difícil que las almas sean salvas!

Queremos edificar una MEGA IGLESIA, ¿verdad? Entonces se necesita un enfoque mega, un amor mega, una unidad mega.

En el corazón de la Biblia

• Mateo 16:13-19 – La revelación y la edificación de la Iglesia
• Lucas 10:38-42 – María escogió la mejor parte
• Salmo 133 – La unidad atrae la bendición de Dios

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