Cómo involucrarse en una célula de casa contribuye a tu protección – Apóstol Yvan Castanou

Cómo involucrarte en una célula de hogar contribuye a tu protección

Algo está sucediendo. Algo grande. Algo divino. Dios está renovando a Su pueblo y redimensionando Su Iglesia para estos tiempos finales. Pero la pregunta es la siguiente: ¿Estás listo para entrar en esta dinámica de transformación? ¿Estás listo para ser parte de lo que Dios está edificando a fin de estar protegido contra la ola de destrucción espiritual que sacude al mundo?

Marcos 16:20 – El Señor trabajaba con ellos y confirmaba la palabra con las señales que la seguían.

Hay quienes observan lo que ocurre, hay quienes se preguntan qué fue lo que pasó, ¡y hay quienes hacen que las cosas sucedan! ¿A qué categoría perteneces tú? Este mensaje no es una simple exhortación, es una interpelación divina. El compromiso con una célula de hogar, con una familia espiritual, es una clave esencial para tu protección espiritual. ¿Pero por qué? Porque estamos en tiempos donde las tempestades espirituales se intensifican, y solo aquellos que están arraigados en una dinámica divina permanecerán firmes.

El redimensionamiento: una protección divina para tu vida

Hay tempestades ocurriendo y otras que están por venir.

Mateo 24:12 – Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.

Satanás sabe que le queda poco tiempo, así que ataca con violencia redoblada. ¿Su objetivo? Borrar el amor de Dios en los corazones. Sabe que sin amor, la Iglesia se convierte en una simple reunión sin poder, sin impacto, sin protección.

Lo que Dios está revelando es que redimensionar tu manera de vivir la fe es una necesidad vital. Ya no puedes conformarte con una fe de domingo, con una fe superficial. El cristianismo del espectador no bastará en los tiempos que vienen. Solo aquellos que están en una dinámica divina de amor, de compromiso y de comunión fraternal permanecerán firmes.

Aquí es donde cobra todo su sentido el compromiso con una familia espiritual. ¿Por qué? Porque:

Es en una célula de hogar donde tu amor es puesto a prueba.
Donde tus heridas son sanadas.
Donde tu fe es fortalecida.
Donde tu fuego es avivado.

No es suficiente ir a la iglesia una vez por semana, escuchar predicaciones y marcharte. Necesitas un entorno donde seas confrontado con el amor, donde seas llamado a amar en respuesta, donde participes activamente en la edificación del Cuerpo de Cristo.

El compromiso en una célula: un arraigo en el amor de Dios

Dios nos llama a edificar una Iglesia gloriosa, una Iglesia unida, arraigada en Su amor e inconmovible ante las tormentas espirituales de este mundo. Pero ¿cómo amar si no estamos expuestos a relaciones que nos permitan crecer en ese amor?

2 Timoteo 3:1-5 – Una iglesia deformada por el egoísmo.

La apostasía no consiste en salir físicamente de la iglesia, es un enfriamiento progresivo del corazón. Por eso Dios nos llama a comprometernos con células de hogar, con grupos donde somos llamados a manifestar un amor auténtico.

El amor no crece en el aislamiento. El amor se perfecciona en la relación, en la interacción, en los momentos en que tienes que perdonar, soportar, animar, ayudar.

Es dentro de un grupo espiritual, en una familia de impacto, donde el amor crece y tu inmunidad espiritual contra la apostasía se fortalece.

Hechos 2:42 – Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Los apóstoles no edificaron iglesias limitadas a las reuniones en el templo. Estructuraron la Iglesia sobre la base de hogares, de células, de familias espirituales. Ahí comenzaba la protección espiritual, ahí operaba Dios las mayores transformaciones.

Bajo protección divina: una promesa para los que caminan con Dios

Hechos 18:9-10 – No temas, sino habla y no calles; porque yo estoy contigo, y nadie podrá poner sobre ti la mano para hacerte mal.

El enemigo no puede tocar a los que están bajo la cobertura divina. Pero para estar bajo esa cobertura, debes estar en la dinámica de Dios, comprometido donde Él te llama.

La Iglesia no es un edificio, es un ejército, y en un ejército se camina en formación.

El que camina solo es vulnerable, expuesto a los ataques. El que está rodeado, arraigado en una célula espiritual, protegido por la comunión y la oración de los hermanos, es fortalecido e intocable.

La realidad espiritual es que cuando estás en misión para Dios, ¡el cielo te escolta! Los ángeles de Dios están contigo, el poder del Señor se manifiesta en ti y a través de ti. Pero para eso, hay que cumplir Su voluntad, y Su voluntad es que seas una piedra viva en la construcción de Su Iglesia.

Oremos juntos

Padre, rehúso ser un cristiano aislado. Decido hoy comprometerme con una familia espiritual, una célula de hogar donde pueda amar, ser amado y crecer espiritualmente. Protégeme contra el enfriamiento del amor, mantenme arraigado en Ti, y haz de mí un instrumento poderoso en Tus manos. Quiero caminar bajo Tu cobertura divina y ser una luz para los que me rodean. En el poderoso nombre de Jesús, ¡amén!

🙏 Si nunca has entregado tu vida a Jesús, haz esta oración con fe:

Señor Jesús, reconozco que te necesito. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste. Hoy te acepto como mi Señor y Salvador. Transforma mi vida y guíame en tu camino. Amén.