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lettre royale
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Mira bien a tu alrededor… ¿Tienes la impresión de que algo debe cambiar en tu vida? ¿Sientes esa insatisfacción interior que te dice que fuiste creado para más, que lo que vives hoy no es todo lo que Dios ha planeado para ti? Si es así, ¡es una alarma que resuena en tu espíritu! ¡No la apagues!
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento. (Romanos 12:2)
No se trata de un pequeño ajuste superficial, habla de una metamorfosis, de una transformación radical, como una oruga que se convierte en mariposa. El Next Level, tu próxima dimensión, no vendrá sin una respuesta activa a esas alarmas espirituales que anuncian que ¡es tiempo de cambiar!
El mayor problema de muchos no es el diablo, no es su entorno, ni siquiera su pasado. Lo que los bloquea es que se han instalado en un nivel donde ¡Dios ya no los espera!
Demasiadas personas se han acostumbrado a vivir en un nivel mediocre, a tolerar situaciones que deberían rechazar. Sin embargo, Dios coloca en cada uno una alarma invisible llamada «insatisfacción espiritual». Esa sed interior que nos impulsa a buscar más de Dios, a rechazar una vida espiritual insípida, ¡es una de las mayores bendiciones! Mientras estés cómodo en lo que es insuficiente, jamás harás el esfuerzo de pasar al siguiente nivel.
Moisés, durante 40 años, vivió como pastor en el desierto, ¡cuando su llamado era liberar una nación! Cuando Dios encendió una zarza ardiente delante de él, no fue para hacer un espectáculo. Fue una alarma divina.
Viendo Jehová que él se apartaba para mirar, lo llamó Dios. (Éxodo 3:4)
Dios vio que Moisés prestaba atención a la alarma espiritual, y fue entonces cuando le reveló su llamado.
Hay señales, alarmas a tu alrededor que te dicen que es tiempo de levantarte. ¡No las ignores más!
¡Entonces es una alarma divina que está sonando!
Pablo no dice simplemente en Romanos 12:2 que debes hacer algunas mejoras. Utiliza una palabra fuerte: «metamorfosis». No es un simple cambio temporal, no es una mano de pintura sobre una pared desgastada, ¡es una transformación radical de naturaleza!
Mira una oruga y una mariposa:
La oruga está limitada al suelo, arrastrándose lentamente, comiendo hojas muertas. Pero cuando se metamorfosea, emprende el vuelo, alcanza alturas que nunca habría imaginado.
¡Ese es el plan de Dios para ti! Hasta ahora, algunos han vivido en modo supervivencia, conformándose con la mediocridad espiritual, financiera o relacional. Pero Dios dice hoy:
¡Es tiempo de salir del capullo! ¡Es tiempo de acelerar! ¡Es tiempo de ser libre de las limitaciones!
Si has estado limitado abajo, ¡Dios quiere elevarte! Si tu progreso ha sido lento, ¡Dios quiere acelerarte!
Pero todo comienza con una toma de conciencia: ¡estás hecho para más!
Si no estás incómodo con tu vida actual, es que aún no estás listo para la transformación. Los mayores cambios comienzan con un clamor del corazón:
¡SEÑOR, YA BASTA! ¡TRANSFÓRMAME, ÚSAME!
Todas las personas que marcaron la historia escucharon una alarma espiritual y eligieron actuar.
¡Tu insatisfacción es un combustible divino para tu destino!
Mira a tu alrededor: ¿qué te indigna? ¿Qué te molesta? ¿Cuando ves a ciertos cristianos estancarse, te incomoda? ¿Cuando ves almas perdidas, sientes el dolor?
¡Esas son alarmas! Dios llama a personas que han sufrido lo suficiente como para decidir cambiar las cosas.
El mayor peligro es apagar esas alarmas. Como un despertador que suena por la mañana y uno apaga para seguir durmiendo, ¡muchos apagan los llamados de Dios!
Algunos sienten que deben orar más, pero ignoran la alarma. Otros saben que deben santificarse, pero dudan. Otros sienten que Dios les pide ser más generosos, pero se demoran.
Una alarma ignorada puede costar un destino entero.
Josué 7 – Josué y los israelitas descuidaron un problema espiritual, y eso les costó la victoria sobre Hai.
¡Hoy es un día de decisión! O sigues viviendo como oruga, arrastrándote, limitado, o entras en tu capullo espiritual y sales como mariposa, ¡lista para volar!
Vosotros sois la luz del mundo. (Mateo 5:14-16)
Señor, ¡te escucho hoy! Rechazo ser un cristiano ordinario, vivir una vida mediocre, sin impacto ni influencia. Padre, hoy respondo a tu llamado. Digo sí a la transformación. Rechazo quedarme sentado en una zona de comodidad espiritual. ¡Transfórmame, elévame, impúlsame! Que sea una luz que alumbra, una voz que anuncia tu gloria, una solución en mi generación. ¡En el poderoso nombre de Jesús, amén!
Señor Jesús, reconozco que te necesito. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste. Hoy te acepto como mi Señor y Salvador. Transforma mi vida y guíame por tu camino. Amén.
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