01/11/2025–Establece compromisos que transforman

Sábado 11/01/2025

Ha pasado una semana de revelación, una semana en la que Dios nos ha confrontado con una verdad ineludible: nada se transforma sin una decisión radical y nada se establece sin una planificación rigurosa. Hemos visto que Dios mismo es un planificador perfecto, que anuncia desde el principio lo que ha de suceder, y que nos llama a imitar Su modelo divino. Hemos aprendido que nuestro carácter, nuestra consagración y nuestra prosperidad no serán fruto del azar, sino de un caminar intencional con Dios. Daniel era un hombre ordinario, sometido a las leyes de un reino extranjero, pero su determinación de no contaminarse le abrió las puertas del favor divino. ¿Y si ese fuera nuestro desafío para 2025? Entrar plenamente en una dimensión de alineamiento absoluto con Dios, donde cada aspecto de nuestra vida refleje Su gloria, donde nuestros pasos sean gobernados por Su sabiduría y no por la improvisación.

Pero hay un peligro, y es el de permitir que esta revelación se desvanezca poco a poco en el olvido cotidiano. ¿Cuántas veces hemos recibido instrucciones claras de parte de Dios, solo para verlas desvanecerse bajo la presión del confort y la distracción? ¿Cuántas decisiones tomadas con fervor a comienzos de año ni siquiera han atravesado el mes de enero? La trampa de la negligencia espiritual siempre acecha, lista para robar la semilla de la Palabra antes de que eche raíces. Vivimos en un mundo que ahoga la fe, un mundo de distracciones sin fin, donde el amor por la comodidad y el temor a los verdaderos sacrificios impiden a muchos cristianos entrar en la plenitud de su destino. ¡Pero este año no será como los demás! Esta vez decidimos que no será simplemente un mensaje escuchado, sino una dirección de vida adoptada. Una revelación que lo cambia todo no debe ser una emoción temporal, sino una disciplina diaria.

Hoy es momento de comprometerse a largo plazo. Decide ahora que el 2025 no será un año de aspiraciones difusas, sino de decisiones transformadoras y estrategias concretas. No te conformes con decir: «Quiero orar más» o «Quiero crecer espiritualmente.» Fija una hora específica de oración diaria. Establece un programa de ayuno que seguirás con fidelidad. Redacta tus compromisos personales en un diario de fe para medir tu evolución espiritual. Establece un plan preciso de generosidad e inversión en la obra de Dios. Comprométete a compartir esta revelación con alguien más, para que tu transformación se convierta en una palanca de cambio para quienes te rodean. Un compromiso no consignado es un compromiso vulnerable. Pero una palabra escrita, declarada y recordada con regularidad se convierte en una semilla bien anclada que acabará dando fruto.

Entonces, en este momento, haz una pausa y hazte esta pregunta esencial: ¿Qué compromisos concretos voy a tomar para ser transformado en profundidad? Escribe tu respuesta. No la dejes en un rincón de tu mente donde pueda ser barrida por la rutina diaria. Comprométete públicamente si es necesario, ante un hermano, una hermana o un mentor espiritual. Coloca esas decisiones delante de Dios y sé intencional en su implementación. El enemigo tiembla ante un hombre o una mujer que vive por convicciones firmes y establecidas. Sabe que un cristiano que planifica, que estructura su crecimiento y que disciplina sus acciones en la fe es una amenaza permanente para su reino. No seas de los que comienzan fuerte para abandonar en el camino. Sé de los que perseveran, que avanzan, que edifican sin cesar hasta que todo lo que Dios ha dicho sobre su vida se convierta en una realidad tangible.

Oremos juntos: Señor, rechazo la mediocridad espiritual y la pasividad. Rechazo toda distracción que pueda alejarme del camino que Tú has trazado para mí. En este día, sello mi compromiso delante de Ti. Concédeme la fuerza para mantenerme firme en mis decisiones y la sabiduría para aplicar fielmente los planes que establezco hoy. Lléname de Tu Espíritu, para que sea inquebrantable y constante. Quiero que mi vida refleje a Cristo de manera evidente. Libérame de todo lo que pueda ahogar esta revelación y concédeme la gracia de perseverar hasta el final. Dame el privilegio de ser un instrumento poderoso en Tus manos, un hombre, una mujer, que inspira e influye sobre su entorno para Tu gloria. Proclamo que mi carácter, mi consagración y mi prosperidad estarán alineados con Tu perfecta voluntad. Y, en este año 2025, viviré plenamente esta verdad, ¡en el poderoso nombre de Jesús! Amén.

En el corazón de la Biblia: Hebreos 10:23 – «Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.»

📌 ¿Acabas de hacer la oración para entregar tu vida a Jesús?  Haz clic aquí.

📌 ¿Este artículo te ha impactado especialmente? Para compartir tu testimonio: haz clic aquí.

📌 ¿Te gustaría contribuir con una ofrenda o donación? Haz clic aquí

Hat dir dieser Artikel gefallen? Teile ihn!

Suscríbete a la Carta Real

Artículos recientes

Buscar

recevoir la lettre royale chaque semaine & les dévotions chaque jours

lettre royale

Un message du Royaume, chaque semaine, dans vos e-mails.