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lettre royale
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¿Quieres saber por qué aún no has visto lo milagroso en tu vida? Mira bien: todavía no has entendido que el reino de Dios no está por venir. ¡No! Ya está aquí. ¡Está aquí ahora!
Jesús dijo en Lucas 17:21: «El reino de Dios está en medio de vosotros». No es mañana. No es dentro de diez años. No es cuando tengas más fe. ¡Es ahora! No viene con apariencia, no siempre llama la atención, pero está aquí, presente, activo, glorioso, y te llama a entrar en él. ¿De verdad quieres ver la manifestación del reino en tu vida? ¡Entonces es tiempo de creer!
Una atmósfera explosiva de alabanza, fe y milagros. Siento al Espíritu Santo. Siento que algo está naciendo aquí. Desde la mañana, lo que estoy sintiendo es diferente, indescriptible. Y no soy solo yo. Los que oran conmigo también lo sienten. Es como un parto espiritual. Niños están naciendo esta noche — no solo en la carne, sino en el Espíritu. Escucha, mamá, tú sabes cómo tu cuerpo se prepara para dar a luz… Espiritualmente, es igual. El cielo está en trabajo de parto. Canadá está en trabajo de parto. Y esta noche está dando a luz algo divino. ¡Hay una visitación celestial! ¡Hay una activación de las promesas! ¡Hay una invasión del reino!
¿Por qué Dios eligió Ottawa, la capital, para encender este fuego? ¡Porque aquí se encuentran los poderes más fuertes de las tinieblas! Pero es precisamente ahí, donde es difícil, donde todo parece cerrado, que Dios a menudo elige manifestarse. Ottawa no fue elegida por casualidad. ¡Oh no! El avivamiento en Canadá no comienza en Vancouver, ni en Toronto. Comienza en Ottawa porque es el punto estratégico en el espíritu. Es el lugar de dominio que debe ser reconquistado. No se trata solamente de una cruzada. No es una reunión más. Lo que Dios está haciendo aquí es una declaración en el mundo espiritual: ¡Estoy estableciendo mi reino en Canadá!
Se los dije: Jesús ya está aquí. ¿Y saben qué? Cuando Él entra, no entra como un simple profeta, o un maestro. ¡Entra como un rey! La gente no lo reconoció porque vino con simplicidad. Pero nunca olvides: el reino de Dios no viene de forma que llame la atención. No se manifiesta en lo espectacular, se manifiesta en la verdad, en la fe, en el poder invisible pero real del Evangelio.
Pero si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. (Lucas 11:20)
¡Wow! No dijo que el reino va a venir, dijo: ha llegado — ¡ahora, aquí!
Daniel capítulo 2. Ahí fue donde Dios me llevó específicamente por Canadá. El profeta Daniel ve una estatua inmensa compuesta de diferentes materiales: la cabeza de oro, el pecho de plata, los lomos de bronce, las piernas de hierro, los pies de hierro y barro mezclados. Y de repente, una piedra se desprende — sin ayuda de mano alguna — y golpea la estatua en los pies y la destruye completamente. Y esa piedra se convierte en una montaña y llena toda la tierra.
¿Quién es esa piedra? ¡Es Jesucristo! ¡Él es la piedra angular! El reino que Él ha establecido jamás será destruido. Todos los imperios caerán. Todos los presidentes, todos los gobiernos, todas las potestades — espirituales o terrenales — terminarán. ¡Pero su reino permanecerá eternamente!
Esta noche, esa piedra está golpeando la estatua del sistema del mundo en Canadá. Está rompiendo las resistencias, los falsos fundamentos, las fortalezas religiosas y políticas. La piedra está aquí, y empieza a llenar toda la tierra. ¡Canadá será salvo! ¡He dicho: Canadá será salvo!
Colosenses 1:13 declara que hemos sido «librados del poder de las tinieblas y trasladados al reino de su amado Hijo»
¿Te das cuenta de lo que esto significa? Ya no estás en el reino de Satanás. ¡Has sido transportado! ¿Qué significa transportado? Has sido trasladado, cambiaste de ubicación espiritual. Estás en otro ambiente, otro gobierno, otra autoridad. El mundo entero está bajo el poder del maligno (1 Juan 5:19), pero tú, tú has salido de su dominio. Vives en una nueva realidad.
¿Lo crees? Lujoso o no, grande o pequeño, el lugar donde estás físicamente ya no determina quién domina sobre tu vida. ¡El reino de Dios reina sobre ti!
Hay gente que vive en la ilusión. Piensan que formar parte de una iglesia, orar de vez en cuando, es suficiente. ¡No! ¡Tienes que estar en Cristo! ¡Tienes que estar en el reino! Tienes que aceptar a Jesús para ser transportado. Dios no te ata al tren de la salvación. Te sube al avión del reino. ¡Y tienes que abordar ahora! ¡No volverá mañana! Jump on the plane — ¡salta al avión! No mañana. No más tarde. ¡Ahora!
Jesús luchó y venció. Despojó a las potestades, les quitó las armas al adversario según Colosenses 2:15.
En Lucas 11:21-22, dice que cuando un hombre fuerte guarda su casa, sus bienes están seguros. Pero cuando viene uno más fuerte y lo vence, le quita todas las armas en que confiaba. ¡Jesús es ese más fuerte! El diablo puede parecer fuerte, pero Jesús es más fuerte.
Y cuando Jesús entra, despoja al enemigo, le quita sus bienes y reparte el botín. Lo que el diablo te había robado — tu salud, tu paz, tu futuro, tus bendiciones — el Señor lo recupera y lo pone en tus manos. ¡Toma tu parte esta noche! Tienes una parte en el reino. ¡El hombre más fuerte está obrando!
No estamos aquí para dar lindos discursos. El reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder (1 Corintios 4:20). Ese poder, lo viste esta noche. Enfermos fueron sanados: mujeres estériles que concibieron, cánceres sanados, migrañas eliminadas, cuerpos restaurados. Hombres paralíticos que saltaron de alegría. Demonios que huyeron.
¿Por qué? ¡Porque el reino de Dios se manifestó! ¡El dedo de Dios intervino! No soy yo, no es el equipo técnico, no es la emoción del momento. ¡Es Jesús! ¡Sólo Él! Todos los milagros, todo lo que ocurrió esta noche, es por Él, para Él y a causa de Él.
La salvación no es mañana. No es cuando estés listo. ¡Es ahora!
El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. Arrepentíos y creed en el evangelio. (Marcos 1:15)
¿Oyes ese clamor? No hay salvación sin arrepentimiento. No hay fuego sin entrega. Es ahora que tienes que subir al avión de la salvación. Has esperado demasiado tiempo. Tal vez creas que el mañana te está garantizado. Pero ¿quién te prometió esta noche? Lo que está en tus manos es el ahora. ¡Toma la buena decisión!
Padre, te doy gloria. Gracias por revelarme que tu reino ya está aquí. Hoy tomo la decisión de no esperar más. Me subo al avión de la salvación. Quiero ser parte de los que has transportado a tu reino. Destruye las fortalezas del enemigo en mi vida. Haz de mí un testigo vivo de tu gloria.
¡En el glorioso nombre de Jesús, Amén!
🙏 Si nunca le has entregado tu vida a Jesús, haz esta oración con fe:
Señor Jesús, reconozco delante de ti que soy pecador. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste. Hoy decido aceptarte como mi salvador y mi Señor. Entra en mi vida. Transfórmame. Úsame. En el nombre de Jesús. Amén.
- Lucas 17:20-21 – El Reino de Dios está en medio de vosotros
- Colosenses 1:12-13 – Librados de las tinieblas, trasladados al Reino
- 1 Juan 5:19 – El mundo entero está bajo el poder del maligno
- Lucas 11:20-22 – Si yo por el dedo de Dios echo fuera los demonios…
- Colosenses 2:15 – Jesús despojó a las potestades
- Marcos 1:15 – El Reino está cerca, arrepentíos
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