Te doy un año, Dios te volverá irreconocible

¡Te doy un año! Solo un año, y tus seres queridos no te reconocerán. Tus padres se escandalizarán al ver hasta qué punto has cambiado. Si crees que esto es solo una frase lanzada al aire, es que aún no has entendido que Dios siempre cumple lo que dice. Así que déjame decirte algo: no hay nada más poderoso que la Palabra de Dios. Es fuego, es agua, es martillo, es espada, es vida, es luz, es verdad. Y hoy, mientras te sientas a Sus pies como María, mientras expones tu espíritu a Su voz, se está produciendo una transferencia. ¡Hay una irradiación espiritual, una fusión sobrenatural! ¡Gloria a Jesús!

¿Pero por qué la mayoría de los jóvenes viven por debajo de su potencial? ¿Por qué tantas vidas están estancadas a pesar de tantos sueños ardientes? ¿Por qué tantas oraciones parecen no tener respuesta? Hermano, hermana, todo comienza con una decisión: la de tomar el camino de la sabiduría, la de no confiar en las emociones, sino de fijar los ojos en Cristo. En Lucas 10:39, María comprendió que ninguna empresa en este mundo es más grande que sentarse y escuchar a Jesús. ¿Quieres cambiar? Empieza a escucharlo. Esa decisión es la que te convierte en un prodigio. Por eso Él dijo:

Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros. (1 Juan 2:14)

Sentarse a los pies de la palabra es provocar una transferencia

No has venido aquí porque no tienes nada que hacer. No entraste en la presencia de Dios porque tu agenda estuviera vacía. No. Estás aquí porque has entendido que hay que sentarse. ¿Sentarse dónde? Sentarse a sus pies. Sentarse para escuchar. No para discutir, no para hablar de relaciones, no para preguntar quién será tu futuro esposo o esposa – relájate. Ha llegado la hora de impregnarte de la Palabra que da vida. Porque esa palabra sana, restaura, edifica, ilumina, da inteligencia, inspira, da fe, da valentía, limpia el corazón, libera el alma, construye el espíritu. Esa palabra es viva y eficaz. Es tu material original. ¡Ven y cómela!

Entonces, cada vez que te expones a esa palabra, es como si te expusieras al sol. Ella penetra. Ella irradia. Ella transfiere. ¿Y cómo se manifiesta esa transferencia? Por la vida, por la gracia, por la inteligencia, por la audacia, por el fuego del Espíritu. Esa palabra moldea un nuevo tú. Un tú radicalmente distinto. Y dentro de algunos meses, personas que te despreciaban volverán y dirán: ¿cómo se convirtió en lo que es? Será algo inexplicable salvo por una revelación: te sentaste y escuchaste. Y lo invisible se hizo realidad.

Las batallas que enfrentas revelan tu grandeza profética

¿Eres atacado? ¡Gloria a Dios! ¿Te atacan de manera violenta, persistente, particular? Déjame decirte: es porque eres peligroso. Eres potencial. Satanás nunca desperdicia sus balas en blancos vacíos. Si te ataca, es porque ha olido que en ti hay un león listo para rugir. Por eso te sientes oprimido en el alma. Por eso los pensamientos impuros se amontonan. Por eso las adicciones tentaculares buscan encadenarte. No es casualidad: es una guerra contra la fuerza que Dios ha depositado en ti.

José, con 17 años, le dijo no a la esposa de Potifar. Daniel, joven expatriado en Babilonia, dijo no a la corrupción. David, pequeño pastor, dijo no a la mentira y se negó a matar al ungido de Dios. ¿Y tú? ¿Quieres hacerme creer que no es posible? No es verdad. Puedes decir no a la lujuria. Puedes decir no al sistema del mundo. Pero se necesita un sistema de pensamiento. Hay que entender que el mundo espiritual no respeta tu edad. Puedes tener 12 o 20 años, el infierno no hará ninguna concesión. Si eres débil, serás devorado. Lo único que respeta el enemigo es la luz. Y la luz viene de la Palabra.

El león reina por su sistema de pensamiento, no por su fuerza

¿Por qué el león es el rey de la selva? Sin embargo, no es el más rápido: el guepardo corre más. No es el más inteligente: el pulpo y el delfín están por delante. Ni siquiera es el más grande ni el más pesado: la jirafa mide más de 5 metros y el elefante pesa más de 3 toneladas. Entonces, ¿por qué todo el mundo le teme al león? Porque el león tiene una mentalidad asesina. Vive con la convicción: “A ti, te voy a devorar.” Ve un elefante y piensa: “Ñam ñam.” Ve un obstáculo y dice: “Voy a reinar aquí.” Lo que hace reinar a un hombre no son sus capacidades, es su mentalidad.

Dios quiere que seas como el león. Puede que no seas el más talentoso, ni el más guapo, ni vengas de una familia influyente. Pero si tu sistema de pensamiento está calibrado por el cielo, superarás a todos. Por eso Proverbios 4:23 dice:

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.

Tu corazón es la central nuclear de tu existencia. Cuídalo con la Palabra y te convertirás en una luz que nadie podrá ignorar.

Brilla por tu competencia, no solo por tu unción

¿Quieres provocar un avivamiento en tu escuela? Empieza por ser excelente. La mejor estrategia espiritual en la escuela no es llevar aceite ni repartir versículos en los casilleros.

• Empieza por sacar 18/20 en matemáticas.
• Empieza por estar en los primeros puestos.
• Entiende rápido las clases.
• Ayuda a los demás.

¿Quieres que te escuchen? ¡Aprende a ser excelente! El Espíritu Santo no viene a santificar la pereza; ¡Él santifica la excelencia! Daniel y sus compañeros eran diez veces más inteligentes que todos los demás. ¿Por qué? Porque decidieron ser sabios, y Dios los honró.

Te lo digo: eres un león. En la escuela, puedes brillar. ¿Quieres influir? Deja que Dios trabaje primero en tu inteligencia. ¿Quieres hablar de Jesús? No seas un payaso espiritual. Sé respetado. Sé buscado. Sé temido. Haz valer tu inteligencia. Sé una luz que ilumina, no una caricatura que evitan.

Brilla también por tu actitud. Tu madurez emocional es tu otra arma. El mundo se siente atraído por personas sólidas, alegres, coherentes, entusiastas, llenas de audacia. Un cristiano deprimido no atrae a nadie. Pero tú, sé un imán viviente. Llénate de esperanza aun cuando todo vaya mal. Habla fe. Habla futuro. Habla poder. Vendrán a ti: “Explícame cómo lo haces.” Y entonces dirás: “Ven, te voy a mostrar a Jesús.”

¿Estás luchando? Es que aún no estás brillando

¿Por qué haces tanto esfuerzo por vivir? ¿Por qué tu cuenta bancaria está vacía? ¿Por qué tu vida profesional parece estancada? La verdad es que aún no estás brillando. El mundo no paga intenciones, paga resultados. Brilla y verás cómo el dinero se sentirá atraído por tu diferencia. Resuelve problemas. Aporta soluciones. Aumenta tu valor. Dios te dio una semilla de grandeza.

• Invierte en ti.
• Fórmate.
• Disciplínate.
• Desarrolla el dominio propio.
• Aprende ciberseguridad, inteligencia artificial, idiomas, liderazgo, diseño, ¡lo que sea!
• ¡Pero fórmate!

¿Quieres cambiar de dimensión? Deja que Dios cambie tu mentalidad. Te lo aseguro, tu futuro no está delante de ti. Está dentro de ti. Deja de confiar solo en la unción. David tenía una puntería precisa mucho antes de la unción. La unción vino sobre una competencia. Y esa combinación es la que marca la diferencia. Trabajado + Ungido = Imparable.

Oremos juntos

Padre, gracias por Tu Palabra. Gracias porque hoy decido creer lo que Tú dices. Pongo fin a las mentiras del enemigo. No soy débil. No soy maldita. No soy prisionero de mi pasado. Soy un león. Soy una luz. Brillaré. Caminaré en excelencia, sabiduría y pureza. Rechazo la desobediencia, la distracción, la pereza espiritual. Elijo honrar a mis padres, santificar mi cuerpo, proteger mi corazón. Señor, te entrego mi vida como un sacrificio vivo. Enciende el fuego en mí. Hazme prosperar este año. Inspírame Tus decisiones. Seré ese joven prodigio que Tú viste. En el nombre de Jesús. Amén.

🙏 Si nunca has dado tu vida a Jesús, haz esta oración ahora:

Señor Jesús, reconozco que te necesito. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste. Hoy te acepto como mi Señor y Salvador. Cambia mi corazón y guíame en el destino que has preparado para mí. Amén.

En el corazón de la Biblia

• Lucas 10:39 – María se sentó a los pies de Jesús y escuchaba su palabra
• 1 Juan 2:14 – Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes…
• Salmo 119:98-100 – Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos
• Eclesiastés 9:11 – No es de los ligeros la carrera… ni de los fuertes la batalla…
• Proverbios 4:23 – Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón…
• Romanos 12:1 – Presentad vuestros cuerpos como sacrificio vivo
• Lucas 9:23 – Que cada uno tome su cruz cada día

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