recevoir la lettre royale chaque semaine & les dévotions chaque jours
lettre royale
Un message du Royaume, chaque semaine, dans vos e-mails.
Joven prodigio, ¿estás ahí? ¿De verdad estás ahí? Porque no se trata de venir, sentarse y esperar. Se trata de estar despierto, estar posicionado, estar preparado para el llamado. ¿Estás ahí? Es el clamor del Espíritu en ese día — un clamor profético — porque Dios no busca espectadores, Él busca héroes. Héroes que saldrán de las sombras, héroes que dejarán de esconderse, Gedeones de hoy que Dios transforma en libertadores. No es por casualidad que llegaste a este campamento. No es solo una fecha en un calendario. ¡No! Es la cita divina entre un Dios que busca héroes y una generación que ha dormido demasiado tiempo.
La Biblia nos dice en Jueces 6:12: “El Señor está contigo, valiente guerrero”.
Jueces 6:12 – El Señor está contigo, valiente guerrero.
Esta declaración no es una exageración celestial, es una proclamación profética. Dios le habla a Gedeón mientras éste se está escondiendo. No está en un campo de batalla. Todavía no ha ganado ninguna lucha. No se siente fuerte. No se siente digno. Pero Dios lo llama héroe. ¿Por qué? Porque cuando Dios te mira, Él no ve tus debilidades visibles. Él ve tu potencial escondido. Él ve lo que serás cuando Su presencia esté activa en tu vida. Él ve lo que eres cuando Su mano está sobre ti. Él no te llama «según lo que eres», te llama «según lo que vas a llegar a ser». Así que levántate, valiente guerrero.
El mundo en el que vivimos es un sistema hábilmente organizado para adormecer a los jóvenes en lugar de despertarlos a su destino. Redes sociales, series de televisión, distracciones de todo tipo… El enemigo del avivamiento espiritual es el adormecimiento. El diablo no te prohíbe creer, solo quiere mantenerte tibio. Quiere que creas un poco, pero nunca lo suficiente como para impactar. Quiere que ores un poco, pero nunca lo suficiente como para derribar sus obras. Quiere que te intereses en Dios desde lejos, para tener un pie dentro y otro fuera. Pero la tibieza es una abominación espiritual.
Apocalipsis: «Porque eres tibio, te vomitaré»
Si quieres permanecer en la línea de fuego, debes estar ardiente. Debes estar encendido. Debes estar metamorfoseado.
Los jóvenes de este tiempo están en una guerra invisible donde cada influencia cuenta. Somos influenciados por las fotos engañosas que vemos en Instagram — jóvenes que posan delante de lavadoras pretendiendo estar en un jet privado. Somos entrenados a seguir estándares completamente falsos, a correr tras una imagen y no un destino. Nos apegamos a lo que brilla sin comprobar lo que arde por dentro. No, eso no es tener éxito en la vida. Tener éxito no es ser conocido. El éxito es cumplir aquello para lo cual Dios te creó. El éxito es caminar exactamente en la voluntad de Aquel que te hizo. ¿Quieres ser un joven exitoso a los ojos de los hombres, o un héroe según el corazón de Dios?
El tema dado por el Señor para esta edición del campamento Metamorfosis no es un eslogan: es un decreto espiritual. El avivamiento de los jóvenes. El avivamiento de los héroes. Porque en verdad, Dios no solo dijo que íbamos a estar motivados. No dijo solo que íbamos a recibir ánimo. Él dijo avivamiento. Y si Dios dice avivamiento, es que había adormecimiento. Y si Él dice héroes, es porque hay una batalla que pelear, una victoria que conquistar, una nación que liberar, vidas que levantar. El despertar de los héroes significa que jóvenes, ayer ignorados, hoy despreciados, mañana serán columnas del Reino.
Lo que ha sido despreciado por los hombres, Dios lo llama precioso. Lo que el sistema clasifica como incapaz, Él lo llama útil. Lo que tú mismo pensabas que era un detalle, Dios lo escribió como fundamento.
Mira a Gedeón: está abajo, escondido, con una imagen negativa de sí mismo. Dice “Soy el más pequeño”, “mi familia es la más pobre”… Y Dios le responde: “Yo estaré contigo”. Esa es la diferencia, eso es lo que transforma a un hombre ordinario en héroe. No es la fuerza. No es la presencia. No es la belleza. Ni siquiera es la inteligencia. Es la presencia de Dios. Dios no busca a los mejores. No busca a los que ya saben. Busca a los que están disponibles. A los que vienen con hambre. A los que dicen: “Soy débil, pero aquí estoy. No soy nada, pero estoy aquí. Si me quieres, Señor, toma todo”.
Si quieres convertirte en ese héroe, entonces debes estar dispuesto a pagar el precio. Metamorfosis significa transformación radical. No puedes entrar en este campamento y salir como llegaste. Cuando pasas por el horno de la oración, la autenticidad de la presencia de Dios transforma incluso tus palabras. ¿Ayer hablabas por hablar? Hoy, tus palabras llevan vida. ¿Ayer criticabas todo? Hoy, bendices. ¿Ayer huías de la intercesión? Hoy, lloras por las almas. Metamorfosis. Esto es lo que Dios quiere. Él no quiere simplemente corregir tu lenguaje. Quiere transformar tu corazón. No quiere alisar tu fachada. Quiere refundir tu carácter.
Hay un Gedeón en ti, joven prodigio, y Dios no quiere ignorarlo, quiere despertarlo. Y ese despertar no vendrá solo por la emoción, sino por la sed. Por una vida de oración encendida. Por una palabra que entra en tu corazón y remueve la tierra en tu interior. Debes aceptar ser confrontado, incomodado, sacudido, removido, porque Dios no halaga, Dios transforma.
Este despertar que Dios está provocando no va dirigido a los que solo quieren cantar tres canciones e irse. No. Va dirigido a los jóvenes que quieren convertirse en portadores de fuego.
¿Quieres ser ese tipo de joven?
Romanos 8:19: La creación espera con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios.
Dios nunca lanza palabras vacías. Él dice «espera», «ardiente», «manifestación de los hijos». No habla de turistas espirituales. No de jóvenes que hacen yo-yó entre el mundo y Dios. Habla de hijos, de herederos. Jóvenes que saben que llevan dentro de sí algo más grande que lo que sienten. Más que los traumas, más que las heridas, más que las decepciones. Hay una semilla divina en ti. Y el mundo espera que esa semilla germine, crezca y transforme tu entorno.
Destinos están ligados a ti. No estás aquí solo para marcar asistencia. Estás aquí porque un clamor se levantó en el cielo: «¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?» Y tú respondiste, consciente o inconscientemente, al dejar tu mochila aquí, al entrar en este lugar, al exponerte a la presencia. Dios quiere formarte. Dios quiere equiparte. Este campamento es tu campo de transformación. Este campamento es el terreno del avivamiento.
Padre, aquí estoy. Me presento. No soy nada sin Ti. Lo reconozco: he estado distraído, he estado tibio, he estado dormido. Pero hoy, respondo a tu llamado. Despierta en mí al héroe que Tú ves. Despierta el fuego. Despierta la sed. Despierta el coraje. Despierta la visión. Me presento como Gedeón, débil, ordinario. Pero sé que Tu presencia en mí marcará la diferencia. Lléname esta semana. Cámbiame. Metamorfoséame. Quiero volver a casa transformado. Usado para tu gloria.
En el nombre poderoso de Jesús. ¡Amén!
🙏 Si nunca le has entregado tu vida a Jesús, haz esta oración con fe:
Señor Jesús, reconozco que necesito de Ti. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste. Hoy, te acepto como mi Señor y Salvador. Transforma mi vida, forma a Cristo en mí, y dame una nueva identidad. Amén.
- Jueces 6:12 – El Señor está contigo, valiente guerrero.
- 1 Corintios 1:27 – Dios ha elegido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios.
- Romanos 12:11 – No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.
- Isaías 6:8 – Heme aquí, envíame a mí.
📽️ ¿Quieres ir más lejos? Para ver el video completo: haz clic aquí.
📌 ¿Acabas de hacer la oración para entregar tu vida a Jesús? Haz clic aquí.
📌 ¿Este artículo te ha impactado especialmente? Para compartir tu testimonio: haz clic aquí.
📌 ¿Te gustaría contribuir con una ofrenda o donación? Haz clic aquí
